Madrid, 7 sep (dpa) – El Gobierno español matizó hoy el anuncio de que anularía la venta de 400 bombas del Ejército de Tierra a Arabia Saudí y prometió una solución «satisfactoria» para ambas partes, en un intento por salvar otro contrato millonario con el país árabe.
Este lunes se supo que el Ministerio de Defensa español pensaba cancelar la venta de ese material, firmada en 2015 por el Gobierno anterior de Mariano Rajoy, ante las sospechas de que podía ser usado en la ofensiva que Arabia Saudí lidera contra los rebeldes en Yemen.
La operación tenía un valor relativamente reducido de 9,2 millones de euros (10,6 millones de dólares), pero el mensaje político que implicaba su anulación irritó en Arabia Saudí, lo que puso en riesgo otro contrato vigente para vender al país cinco corbetas españolas.
La posibilidad de perder ese encargo motivó hoy una protesta de los trabajadores en los astilleros de Cádiz, sur de España, que tenían prevista la construcción de los navíos, lo que derivó a su vez en una matización del Gobierno en Madrid.
Consultada por el tema, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celáa, evitó hoy hablar de «rectificación», pero rebajó a «declaración de intenciones» la cancelación de la venta de armamento y explicó que la medida aún debe pasar por varias comisiones interministeriales.
Aseguró además que el Gobierno de Pedro Sánchez «trabaja para mantener las buenas relaciones con Arabia y Saudí» y negó que hubiese una «crisis diplomática». «Lo que hay es una diferencia de opiniones que se resolverá en horas», prometió.
Celáa intentó buscar un equilibrio entre los principios del Gobierno y el interés de los miles de trabajadores cuyo puesto depende de la construcción de las corbetas.
«Este es un Gobierno diferente y tiene su propio criterio, pero los 6.000 trabajadores de la bahía de Cádiz pueden estar seguros de que este Gobierno está con ellos», insistió antes las repetidas preguntas sobre el tema.
La decisión de anular la venta de las bombas llegó después de que el Gobierno de Sánchez anunciara que revisaría las condiciones con las que se vende armas y otro material de defensa a los países de la coalición que lidera Arabia Saudí en Yemen.