No hay tregua: la lucha por acabar con la brecha salarial en nuestro país no cesa. A pesar de que cada vez es menor, lo cierto es que 2017 cerró con una diferencia del 11,9%, lo que representa un 0,4% más que el año anterior.
Tal como apuntan los últimos datos del Eurostat, el paso de 2013 a 2014 dejó un aumento significativo de la brecha, que pasó del 9,6% a 10,2% de diferencia entre un género y el otro. Desde entonces los valores van en aumento.
Y no solo eso, sino que si se tiene en cuenta la franja de edad, la desproporción de sueldos crece aún más. Así, en la franja de 20 a 64 años, la diferencia se acentúa situándose en 54,6% en 2017, un 2,7% más que en 2016.
El techo de cristal, estancado
Por otro lado, la presencia de las mujeres en puestos directivos es baja. Del total de mujeres empleadas, solo el 9% se encuentra al frente de una empresa, mientras que en el caso de los hombres, el porcentaje aumenta hasta el 14%.
Así lo indican los datos del último estudio realizado por Infojobs, que apuntan que esta diferencia afecta directamente al rol social de las mujeres y a su solvencia económica. Un factor que no solo no favorece a la situación de la economía española sino que hace que el techo de cristal se mantenga estancado.
“El talento de las mujeres impulsa la mejora de los resultados empresarales”, explican desde Esneca Business School, escuela de negocios online líder en el territorio español en la que se pueden encontrar los Máster de Dirección General o la doble titulación de Máster de Dirección General + Máster en Dirección Comercial. “Tenemos el firme compromiso de democratizar el acceso a la educación de calidad para contribuir a la promoción del liderazo femenino”, afirman.
Si se echa un vistazo a la gerencia en las empresas españolas en 2017, solo el 30,8% son mujeres. Una cifra muy por debajo de la media de la Unión Europea, que se sitúa en el 40,8% y presenta cifras tan dispares como las de Noruega, donde las mujeres ocupan el 70,7% de puestos. Datos que dejan entrever el largo camino que debe recorrer nuestro país hasta la igualdad.