Washington, 1 sep (dpa) – Familiares y personalidades de la política, como los ex presidentes estadounidenses Barack Obama y George W. Bush, homenajearon hoy al fallecido senador republicano John McCain en un funeral en Washington en el que, pese a no estar presente, Donald Trump estuvo en el centro de atención.
«Los Estados Unidos de John McCain no necesitaban volver a ser grandes porque siempre fueron grandes», dijo entre lágrimas la hija de McCain, Meghan, en referencia al eslógan de la campaña del presidente Trump.
«Nos hemos reunido aquí para llorar la muerte de la grandeza estadounidense, la real y no la retórica barata del hombre que nunca se acercará siquiera al sacrificio que (McCain) hizo con tanta voluntad», dijo, atacando a aquellos que «viven vidas de confort y privilegios mientras él sufría y servía» al país.
Meghan McCain se refería posiblemente así a que mientras McCain fue veterano en Vietnam, donde cayó prisionero y fue torturado, Trump se negó a servir en el Ejército.
McCain, que falleció el pasado sábado a los 81 años en su rancho de Arizona a consecuencia de un tumor cerebral, era uno de los críticos más acérrimos del actual mandatario dentro del Partido Republicano.
Trump no acudió hoy al funeral y en cambio se fue a su club de golf en el vecino estado de Virginia. Varios representantes de la Casa Blanca sí acudieron a la ceremonia, aunque no estuvieron entre los oradores. Según los medios, la ausencia de Trump se debe también al deseo expreso de McCain de mantenerlo alejado de su entierro.
En un principio, el presidente rechazó esta semana hacer ondear la bandera a media asta en honor del senador y veterano de guerra hasta que aconteciera su funeral. Sin embargo, después tuvo que rectificar ante la creciente presión.
Obama y Bush pronunciaron hoy emotivos discursos en homenaje al que fuera rival de ambos en diversas contiendas electorales.
«El presidente Bush y yo estamos entre los pocos afortunados de haber competido contra John al nivel más alto de la política», dijo Obama en su discurso en la Catedral Nacional de Washington.
Obama venció a McCain en las elecciones presidenciales de 2008, cuando concurría como candidato de los republicanos, mientras Bush se impuso al senador en 2000 en las primarias de su partido para competir por la presidencia.
«Él entendió que algunos principios trascienden la política, que algunos valores trascienden los partidos», manifestó Obama. «John creía en el argumento honesto y en escuchar otras posturas. Entendía que si nos habituamos a tergiversar la verdad para acomodarla a la conveniencia política o la ortodoxia partidaria nuestra democracia no funcionará».
«Nos hizo mejores presidentes, así como hizo un Senado mejor o un país mejor», señaló Obama. «Qué mejor manera que arrancar una última risa que tener a George y a mí diciendo cosas bonitas sobre él a toda la nación», bromeó.
Por su parte, Bush calificó a McCain de ser un hombre «honorable, que siempre reconocía que sus contrincantes seguían siendo patriotas y seres humanos».
«A la cara de las autoridades, John McCain insistiría: somos mejores que esto. Estados Unidos es mejor que esto», manifestó Bush. El ex presidente señaló que McCain «detestaba el abuso de poder» y que el respeto significaba más para él que cualquier medalla u honor.
Más de 3.000 personas participaron en la ceremonia de hoy, entre ellos destacadas personalidades de la política y la sociedad.
McCain había sido velado esta semana en su estado natal de Arizona y el viernes en el Capitolio, en un evento poco convencional para demostrar la admiración del Congreso por el senador.
Los restos mortales de McCain serán enterrados el domingo en el complejo del a Academia de la Marina en Annapolis, en el estado de Maryland, con honores militares.