Chemnitz (Alemania), 1 sep (dpa) – Numerosos clubes de fútbol alemanes luchan contra los hinchas de extrema derecha en los estadios. Ahora, el Chemnitzer se encuentra en el punto de mira después de que se filtrara que sus aficionados participaron en manifestaciones convocadas por la derecha radical.
Los seguidores del club, que compite en una liga regional de cuarta división, habrían participado en las violentas protestas y ataques desencadenados tras la muerte de un ciudadano alemán de 35 años el domingo a manos supuestamente de un iraquí y un sirio.
El grupo de hooligans «Kaotic Chemnitz» hizo un llamamiento en una entrada en Facebook -posteriormente borrada- a «todos los fans del Chemnitz y simpatizantes» a reunirse bajo el lema «Nuestra ciudad: nuestras reglas» y a «mostrar juntos quién manda en la ciudad».
Desde hace años es conocido que el Chemnitzer, al igual que otros clubes de fútbol de Alemania, tiene problemas con los hinchas de la derecha radical. En los años 90, Thomas Haller fundó «HooNaRa» (Hooligans-Nazis-racistas), que se disolvió en 2007.
Haller estuvo a cargo del servicio de seguridad del club hasta 2006. Fue entonces cuando el club prohibió la entrada a los estadios a los «HooNaRa» y los «NS-Boys», que utilizaban un cartel de las Juventudes Hitlerianas donde aparecía un joven con el logotipo del grupo. Finalmente, en 2012, el Chemnitzer prohibió la entrada al estadio del grupo oficialmente disuelto «Kaotic Chemnitz» para los partidos en casa y fuera.
Sin embargo, los grupos no cesaron sus actividades y se cree que continúan operando a través de asociaciones sueltas. En el informe más reciente de los servicios secretos de Sajonia -estado federado al que pertenece Chemnitz-, «Kaotic Chemnitz» es mencionado en relación con el entorno de la extrema derecha de Chemnitz. Además de actividades conjuntas, también hay solapamientos de personal con el grupo de extrema derecha «Nacionalsocialistas Chemnitz», que fue prohibido a principios de 2014, escribieron en el informe.
Robert Claus, experto en las asociaciones de hinchas y extremismo de derecha, explicó al diario berlinés «Tagesspiegel» que el entorno de Chemnitz está «estrechamente relacionado, sobre todo, con los hooligans y ultras de derecha de Cottbus». «Apenas hay otros ambientes en Alemania que estén tan estrechamente vinculados y que hagan tanto juntos: Viajar a los partidos fuera de casa, luchar, celebrar, atacar a los oponentes políticos», detalló el experto.
El Chemitzer ha sido desacreditado repetidamente por la mala conducta de sus seguidores. Por ejemplo, se burlaron de los jugadores negros de equipos rivales emitiendo sonidos de mono y más recientemente, fans del club sajón izaron la bandera imperial de guerra (Reichskriegsflagge) -usada por las fuerzas armadas de Alemania desde 1876 hasta 1945- en el partido ante el Babelsberg a principios de agosto e hicieron el saludo a Adolf Hitler, prohibido en el país.
El club condenó las revueltas xenófobas en la ciudad a través de un comunicado e indicó que el club no es «ingenuo» y que quieren ayudar a esclarecer las acusaciones de que «los grupos de derecha podrían tener una base organizativa en el Chemnitzer».
La prevención, el apoyo a los grupos de aficionados antirracistas y las sanciones severas son la clave del éxito en la lucha contra los hinchas de derechas en los estadios.
El Dinamo de Dresde y el Carl Zeiss Jena son «dos muy buenos ejemplos de ello, en los que los clubes y gran parte de los aficionados han luchado de forma continua y creíble contra el extremismo de derechas en el estadio», comentó Michael Gabriel, director de la oficina de coordinación de proyectos de aficionados al diario alemán «Frankfurter Allgemeine Zeitung».
Lejos quedan los festejos por la renovación del estadio del Chemnitzer o cuando recibió al Bayern Múnich en agosto de 2017 en la primera ronda de la Copa alemana, cuando cayeron eliminados 5-0. Después de eso, todo fue cuesta abajo hasta que se declaró insolvente el pasado mes de abril. A esto se suma ahora, la acalorada discusión sobre sus seguidores del espectro de la ultraderecha.
Esto llevó a los responsables del club germano-turco Berliner AK a sopesar la posibilidad de cancelar el duelo previsto para el 15 de septiembre en Chemnitz, si no se garantiza la seguridad del equipo y de sus seguidores.
El director deportivo del Chemnitzer, Thomas Sobotzik, ha invitado al presidente del Berliner AK, Mehmet Ali Han, a un almuerzo en Chemnitz para convencer a los berlineses «de que no tienen que preocuparse por su seguridad».
Por Sandra Degenhardt y Frank Kastner (dpa)