Bruselas, 31 ago (dpa) – Desde hace décadas los ciudadanos de la Unión Europea (UE) conviven con dos cambios de hora al año: en marzo se adelantan los relojes una hora y en octubre se atrasan. Pero esa medida, adoptada en principio para ahorrar energía, podría acercarse a su fin.
En una encuesta online presentada hoy la mayoría se mostraron partidarios de suprimir el cambio de hora. El sondeo no era vinculante y en la encuesta participaron menos del 1 por ciento de los europeos, con una mayoría de alemanes (casi 3 de los 4,3 millones que la rellenaron).
Aun así, el presidente de la Comisión Europea anunció hoy que la institución propondrá suprimir el cambio de hora. «La gente quiere que se haga, así que lo haremos», dijo en declaraciones al canal alemán ZDF. A continuación, dpa ofrece algunas claves sobre esta cuestión:
¿Realmente se suprimirá el cambio de hora?
Muy posiblemente, aunque no de inmediato. La Comisión Europea sólo tiene capacidad para proponerlo pero después deben aprobarlo el Parlamento Europeo y los jefes de Estado y de Gobierno del bloque. La UE tendrá que darse prisa si quiere hacerlo antes de las próximas elecciones europeas, en mayo de 2019.
Pero lo más realista es que el proceso se prolongue algo más. La comisaria de Transportes, Violeta Bulc, apuntó hoy que si todo marcha bien la decisión podría tomarse el próximo año y el cambio de hora podría ser historia en 2020 o 2021.
Los defensores de la medida están seguros de que en el Parlamento Europeo habrá una mayoría a favor. Entre los Gobiernos nacionales no está tan claro, aunque algunos países como Alemania o España se mostraron hoy a favor.
¿Quieren realmente los ciudadanos que se anule el cambio horario?
Eso era lo que quería averiguar la Comisión Europea con la encuesta online y el resultado fue muy claro: el 84 por ciento de los 4,6 millones de participantes quieren suprimir el cambio de hora. No obstante, la encuesta no ha sido representativa: todo el mundo podía participar y se sospecha que sólo lo hicieron aquellos con una opinión definida.
Sólo tres millones de respuestas procedían de Alemania donde aparentemente hay muchos enemigos del cambio horario: en una encuesta representativa llevada a cabo en marzo en este país por la asociación de investigación social Forsa el 73 por ciento de los participantes se declararon a favor de eliminar el cambio horario.
¿Por qué existe realmente un horario de verano y otro de invierno?
En realidad se pretende aprovechar mejor la luz diurna. Desde 1996 hay una normativa única para toda la UE según la cual el periodo de verano empieza a finales de marzo y termina a finales de octubre. Durante estos meses anochece una hora más tarde.
¿Por qué los detractores del cambio horario no quieren que siga siendo así?
Los críticos con esta medida argumentan que no sirve para ahorrar energía. Según el Ministerio de Medio Ambiente alemán es cierto que debido al cambio horario los ciudadanos del país encienden menos la luz por las noches pero en cambio en invierno y otoño por la mañana encienden más la calefacción.
Los médicos además observan riesgos para la salud. En el sondeo de Forsa un cuarto de los encuestados admitió haber tenido problemas de salud por el cambio horario como cansancio, dificultades para conciliar el sueño y problemas de concentración. En la encuesta de la Comisión Europea tres cuartas partes de los participantes indicaron que el cambio horario tiene consecuencias negativas en su vida.
¿Que pasará si la propuesta de ley se aprueba realmente?
Si finalmente se aprueba, cada país podrá decidir si mantiene durante todo el año el horario de invierno o el de verano (boreal). Esta decisión es una cuestión nacional y no podría modificarse por una supresión del cambio horario.
¿No conduciría esto a un descontrol de los horarios en la UE?
Seguramente, aunque en la encuesta online la mayoría votó a favor de un horario de verano (boreal) permanente. Sólo en cuatro países -Finlandia, Dinamarca, Países Bajos y República Checa- los participantes se decantaron en su mayoría por un horario de invierno permanente.
En todo caso, en la UE ya hay tres husos horarios. 17 países se rigen por la hora centroeuropea (CET, por sus siglas en inglés). Se trata de Países Bajos, Bélgica, Austria, Dinamarca, Francia, Italia, Croacia, Polonia y España. Ocho estados -Bulgaria, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania, Rumanía y Chipre- van una hora por delante y se rigen por la hora de Europa oriental (EEST). Irlanda, Portugal y Reino Unido tienen una hora menos y siguen el horario de Europa occidental (WET).
Por Michel Winde (dpa)