Washington, 29 ago (dpa) – Donald Trump felicitó y respaldó hoy a la ganadora de las primarias republicanas en Arizona, Martha McSally, que en las elecciones de noviembre competirá por un puesto en el Senado. El ex sheriff antiinmigrantes Joe Arpaio, ferviente seguidor de Trump, quedó en tercer lugar.
McSally, además de ser una ex piloto de caza y de ocupar actualmente un asiento en la cámara baja del Congreso, es conocida por ser una crítica de Trump. A día de hoy, la política sigue sin haber revelado si en 2016 votó por él o no.
Su triunfo en las primarias que el martes celebró el estado fronterizo con México se interpreta en Estados Unidos como una derrota del trumpismo y un alivio para el republicanismo tradicional, que ve a McSally como la única opción de conservar el asiento en el Senado en los comicios legislativos de medio término.
Los republicanos tienen actualmente 51 de los 100 senadores. Arizona, con algo más de siete millones de habitantes, es uno de los estados en los que los demócratas tienen en noviembre opciones de arrebatarles un asiento en su aspiración por pasar a controlar la cámara alta. El asiento en liza en Arizona ha estado en manos republicanas durante más de dos décadas.
McSally, de 52 años, compitió por la nominación contra dos derechistas: Kelly Ward, que fue miembro del Senado estatal de Arizona, y Arpaio, que quedó finalmente en tercer lugar.
El que fuera alguacil durante 24 años (1992-2016) decidió competir por el Senado en enero, cinco meses después de que Trump lo indultara tras ser condenado por prácticas racistas durante su mandato. Ya en la carrera, se quedó pronto sin opciones de ganar. Y pese a la cercanía ideológica con Trump, este no le echó una mano con un apoyo público.
Arizona era terreno movedizo y Trump tuvo mucho cuidado para no tomar parte por ningún candidato hasta hoy, cuando ya respaldó abiertamente a la vencedora.
«Martha McSally es una mujer extraordinaria. Fue una piloto de combate muy talentosa y ahora es un miembro altamente respetado del Congreso. Es fuerte frente al crimen, la frontera y nuestra segunda enmienda, que está bajo asedio. Ama a nuestro Ejército y a los veteranos. ¡Tiene mi total y completo respaldo!», tuiteó.
De Arpaio no dijo una sola palabra, pese a que cuando lo indultó hace un año lo calificó de «patriota».
El polémico ex alguacil, de 86 años, estuvo muy unido políticamente al mandatario.
Fue uno de los pocos que lo apoyó desde el principio de su carrera hacia la Casa Blanca, cuando el magnate neoyorquino no era tomado en serio por nadie. En la convención republicana en la que fue proclamado candidato presidencial, Arpaio apareció por sorpresa para pronunciar un discurso lleno de alabanzas a Trump.
Y este, generando fuertes críticas, lo indultó hace justo un año, después de que fuera condenado por prácticas racistas por la Justicia, sin dar siquiera tiempo a que el tribunal le impusiera la sentencia.
Como sheriff de Maricopa, Arpaio realizó constantes redadas para detener a inmigrantes sin papeles. Ponía en el punto de mira a quienes tenían rasgos hispanos -y en ocasiones no solo no eran indocumentados, sino que tenían la nacionalidad estadounidense-.
A los indocumentados que detenía los metió en carpas de los tiempos de la guerra de Corea en las que las temperaturas se acercaban a los 40 grados durante el verano; separó a familias durante el encarcelamiento, enviando a sus miembros a lugares distintos, y obligó a los internos a llevar ropa interior rosada.
McCally se enfrentará en noviembre a la demócrata Kyrsten Sinema, de 42 años y quien actualmente representa al noveno distrito del estado en la Cámara de Representantes, en Washington. Será la primera vez que dos mujeres compitan por el puesto en Arizona.
Quien ocupa ahora mismo esa bancada es el republicano Jeff Flake, uno de los mayores críticos de Trump dentro de su mismo partido. Flake anunció ya en 2017 que no aspiraría a la reelección. Pero lo que ha dejado abierto es la posibilidad de disputar al mandatario la nominación como candidato republicano para las elecciones presidenciales de 2020.
El otro asiento que Arizona tiene en el Senado lo ocupaba el ex candidato presidencial John McCain, fallecido la semana pasada y uno de los mayores azotes que ha tenido Trump en su formación. El Gobernador del estado nombrará a un sustituto hasta 2020, que es cuando toca renovar esa bancada.
Por Sara Barderas (dpa)