Ereván, 25 ago (dpa) – La canciller alemana, Angela Merkel, rindió ayer sus respetos en un monumento a los muertos armenios durante la Primera Guerra Mundial aunque sin hacer referencia al término «genocidio», lo que hubiera significado tensiones con Turquía.
Merkel plantó un árbol en el monumento memorial Tsitsernakaberd en la capital armenia, Ereván, «en espíritu de la resolución de 2016 del Bundestag (Parlamento alemán)».
El Bundestag aprobó entonces casi por unanimidad una resolución que consideraba como «genocidio» la masacre perpetrada en 1915 por el Imperio Otomano (actual Turquía) contra 1,5 millones de armenios y otros miembros de minorías cristianas.
La resolución del Gobierno alemán causó grandes protestas en Turquía, que rechaza fuertemente que se hable de genocidio para referirse a esa matanza de armenios durante la Primera Guerra Mundial.
Merkel estuvo en Armenia este viernes como parte de una gira de tres días a la región que comenzó el jueves en Georgia y finaliza en Azerbaiyán.
Durante su visita a Ereván, Merkel también reafirmó su apoyo a una cooperación más estrecha en temas migratorios con Armenia diciendo que Berlín debería considerar flexibilizar los requisitos para la visa dependiendo de cómo hace progresos el país en temas de asilo y temas migratorios. «Existe la posibilidad, pero aún hay un camino por recorrer», dijo.
El nuevo primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, dijo en una conferencia de prensa conjunta con Merkel que la emigración podría ser frenada si el país se vuelve más democrático, y que los armenios regresarían así a su hogar, lo que ayudaría a controlar el problema.
El tema de los solicitantes de asilo también marcó el viaje de Merkel a Georgia esta semana: después de la flexibilización de las visas de la Unión Europea (UE), llegó a Alemania una gran cantidad de solicitantes de asilo de Georgia, aunque pocos tienen éxito con sus solicitudes.