Berlín/Múnich, 23 ago (dpa) – La nueva temporada de la Liga alemana de fútbol comenzará mañana con el mismo interrogante de cada año: ¿algún equipo podrá hacerle frente al Bayern Múnich?
El conjunto bávaro ganó las seis últimas ediciones de la Bundesliga y, pese a no haber gastado un euro en fichajes, parte una vez como amplio favorito para seguir extendiendo su récord.
El conjunto bávaro afrontará el campeonato con la motivación que supone la llegada de un nuevo técnico, como es el caso de Niko Kovac, y también con ansias de revancha tras un pobre final de la temporada pasada. La eliminación en semifinales de la Liga de Campeones y la derrota en la final de la Copa Alemana dejaron sabor a poco en la Säbener Straße.
La victoria por 5-0 sobre el Eintracht Frankfurt en la reciente Supercopa demostró que la voracidad del Bayern sigue vigente, aunque el estreno en la Copa con un estrecho 1-0 sobre el humilde Drochtersen/Assel generó cierta preocupación.
Ahora será el turno de dar el primer paso en la Bundesliga, donde los dirigidos por Kovac tendrán mañana un duro debut en el Allianz Arena ante el Hoffenheim, tercero del pasado campeonato.
«Será un partido muy, muy difícil», vaticinó el extremo Arjen Robben. «Ellos están en una forma increíble. Vencieron a equipos muy fuertes en la pretemporada y ganaron 6-1 su partido de Copa (ante el Kaiserslautern)».
El veterano holandés será una vez más uno de los principales rostros de un Bayern que no presentará muchas novedades en su plantel. Serge Gnabry y Renato Sanches regresaron de sus préstamos y Leon Goretzka arribó como agente libre después de que se acabara su contrato con el Schalke. A cambio, Jerome Boateng y de Sebastian Rudy podrían irse antes del cierre del mercado el 31 de agosto.
Los directivos del Bayern ya dejaron claro que no están dispuestos a seguir la escalada de precios que se está viviendo en el mercado europeo.
«Comprar a un futbolista que cuesta 200 millones de euros y que gana 50, 60 u 80 millones de euros al año, el Bayern tal vez pueda hacerlo algún día, pero yo no lo apoyaré», dijo el presidente de los bávaros, Uli Hoeness. «Quiero ganar la Liga de Campeones, pero no quiero comprarla a través de deudas».
Pese a la moderación, el Bayern parece seguir teniendo suficiente músculo como para reinar en la Bundesliga. El Borussia Dortmund invirtió en busca de acortar la brecha, aunque aún está por verse si podrá acabar con la hegemonía bávara.
El conjunto amarillo gastó 73 millones de euros (84 millones de dólares) en fichajes, entre ellos el del internacional belga Axel Witsel. Además, cuenta con un nuevo entrenador, el suizo Lucien Favre, quien buscará subir los ánimos del club tras una temporada en la que apenas acabó en cuarta posición.
El debut del Dortmund, quien fue el último equipo que ganó el título antes de la racha del Bayern, será el domingo ante el Leipzig, un duelo entre dos de los aspirantes a luchar por las primeras posiciones.
Otro de los equipos a tener en cuenta es el Schalke, que el año pasado sorprendió con el subcampeonato. Su estreno será el sábado en campo del Wolfsburgo.
Los dos equipos que lograron su ascenso esta temporada debutarán también el sábado: Fortuna Düsseldorf recibe al Augsburgo y el Núremberg visita al Hertha Berlín. En cambio, ya no estará en la máxima categoría el tradicional Hamburgo, que sufrió la temporada pasada el primer descenso de su historia.
En los otros duelos sabatinos, el Bayer Leverkusen visita al Borussia Mönchengladbach, el Werder Bremen recibe al Hannover y el Eintracht Frankfurt juega en campo del Freiburg. El domingo, además del Dortmund-Leipzig, el Mainz se enfrenta al Stuttgart.
El plato fuerte en el comienzo de la edición 56 Bundesliga, sin embargo, estará mañana mismo en el Allianz. Desde 2013, el Bayern ha ganado cada uno de los partidos en los que inició la defensa del título. Este viernes, los bávaros buscarán abrir una nueva temporada de éxitos en la Bundesliga.
Por Barry Whelan (dpa)