Barcelona, 21 ago (dpa) – La investigación abierta por el ataque que tuvo lugar el lunes en una comisaría de Policía de la región española de Cataluña trata de determinar si el presunto agresor, que fue abatido, intentó perpetrar una «acción terrorista» o buscaba acabar con su vida forzando los disparos de los agentes.
De momento, todas las hipótesis están abiertas, según informó hoy la Policía catalana (Mossos d’Esquadra), que insistió en tratar el suceso como un atentado terrorista.
Las autoridades de la región aseguran que «hoy por hoy» no se puede descartar que se trate de un ataque de esta condición, pese a las informaciones que han ido saliendo a la luz en las últimas horas.
Según publicaron medios españoles, la pareja del hombre que fue abatido tras supuestamente tratar de atacar a una agente de Policía con un cuchillo declaró que éste tenía la intención de suicidarse tras descubrir que era homosexual, algo que le preocupaba por su repercusión en la comunidad musulmana a la que pertenecía.
Al parecer, pretendía ocultar el supuesto suicidio con un asalto a la comisaría de Cornellà de Llobregat, que tuvo lugar a primera hora de la mañana, cuando todavía no había abierto sus puertas.
El individuo, de 29 años y origen argelino, no tenía antecedentes policiales, confirmaron los Mossos d’Esquadra. En su vivienda tampoco localizaron armas ni material explosivo.
Los investigadores consideran que el supuesto agresor podría haber actuado por «una motivación personal encauzada desde el punto de vista religioso», según publicaron medios como el diario «El País» o la agencia local Europa Press citando fuentes de la fiscalía.
Según las mismas fuentes, el hombre trató de atacar a la agente «con ánimo de matar o de morir matando». Buscaba una suerte de «redención» religiosa y así se lo hizo saber a su esposa en un mensaje el que aseguraba que se marchaba al «Gran Sitio que está arriba».
El responsable de Interior del Gobierno catalán, Miquel Buch, explicó en declaraciones a la emisora Catalunya Ràdio que la investigación puede durar semanas y que hasta que no se recabe toda la información necesaria no se podrá «decir seguro si es una cosa u otra». Es decir, un suicidio opacado o un ataque terrorista.
El abogado de la familia del hombre abatido descartó que se trate de lo segundo. «Que sea terrorismo lo descartamos completamente todos lo que le conocemos, incluida su esposa», dijo al diario «El País».
Según publicó hoy el rotativo, la familia del fallecido tiene intención de presentar una denuncia contra la Policía catalana por si hubo una «actuación negligente» en los disparos de la agente contra el hombre, que provocaron su muerte. El abogado explicó que en los próximos días se personará como acusación particular en el caso.
El director de los Mossos d’Esquadra, Andreu Joan Martínez, defendió hoy que la actuación de la policía fue «congruente, proporcionada y adecuada» ya que el hombre entró en la comisaría con «una voluntad clara homicida, realizando proclamas» en referencia a Alá.
«Estamos a disposición de la familia (del hombre abatido) para darles todas las explicaciones que consideren y que podamos facilitar para su tranquilidad y para su defensa jurídica», expresó.
En la vivienda del supuesto atacante no se encontraron armas ni explosivos, pero sí una carta de despedida en la que el hombre pide «clemencia» a dios. La misiva, difundida por la emisora Cadena Ser, tiene siete líneas y está escrita a mano. Según fuentes policiales citadas por «El País», en ella no hay referencias a la yihad.
Los hechos investigados tuvieron lugar el lunes, cuando el supuesto agresor llamó al interfono de la comisaría de Policía de Cornellà de Llobregat. Una vez dentro, se «abalanzó» sobre la agente que estaba allí portando un cuchillo «de dimensiones considerables» y al grito de «Alá es grande», según la versión de la Policía catalana.
La agente trató de repeler la agresión utilizando su arma reglamentaria y el hombre murió en el acto por disparos.
Por Ana Lázaro Verde (dpa)