Hockenheim (Alemania), 24 jul (dpa) – La victoria épica de Lewis Hamilton en Alemania tras remontar desde la decimocuarta posición y la debacle de Sebastian Vettel delante de su público podrían marcar un punto de inflexión en la temporada de Fórmula 1. Pero Ferrari, pese al dramático final en Hockenheim, todavía tiene motivos para sostener la ilusión.
«Nunca había vivido algo así en una carrera», dijo el británico tras su triunfo en una alocada carrera en Alemania, donde Vettel acabó al borde del llanto tras chocar su Ferrari contra el muro cuando lideraba a falta de 15 vueltas.
La victoria de Hamilton dio un vuelco al campeonato, donde el piloto de Mercedes lidera ahora con 17 puntos de ventaja disputadas 11 de las 21 carreras. Para Vettel, que podría haber quedado como líder con 20 unidades de distancia, supone un enorme golpe anímico.
Algunos errores en momentos decisivos costaron el año pasado el título al alemán, que sigue teniendo parada su cuenta de trofeos en cuatro desde su época de Red Bull. ¿Seguirán pesando aquellas fallas en la cabeza de Vettel? ¿Podrá olvidar el piloto de Ferrari lo sucedido en Hockenheim, un circuito ya «maldito» para él?
Vettel pasó una noche difícil en su Heppenheim natal, ubicada a apenas 50 kilómetros de distancia del circuito de Hockenheim. Su mensaje por radio al equipo con la voz quebrada («Sorry guys») dio la vuelta al mundo y dejó en evidencia la presión con la que parece estar cargando.
Ni siquiera un cambio de decisión de los comisarios de carrera, que finalmente dejaron en una advertencia la parada en boxes abortada a último momento por Hamilton, hubiera significado un consuelo para el piloto alemán.
Lo único que desea Vettel es una revancha en la pista y, por suerte para el alemán, no deberá esperar demasiado. El próximo fin de semana se disputa el Gran Premio de Hungría, el último antes del receso de mitad de año, y el germano tendrá la posibilidad de iniciar las vacaciones con otro sabor de boca.
«Hemos demostrado a todos que somos competitivos, ya estoy esperando esa carrera», dijo Vettel en uno de sus pocos momentos de optimismo tras el trago amargo en Alemania. «Hemos tenido el ritmo y el control de la carrera».
No se equivoca Vettel en ese sentido, porque Ferrari ha demostrado en las últimas semanas que su motor ha evolucionado de tal forma que ya está al nivel, o incluso por encima, del de Mercedes.
El circuito de Hungaroring, además, trae buenos recuerdos a Vettel, que ganó allí en dos de los últimos tres años. «No es la pista en la que habitualmente somos más fuertes», señaló por su parte Hamilton, aunque el británico también puede presumir de ser el más vencedor en Hungría con cinco triunfos.
Pese a la euforia, Hamilton sabe que no puede confiarse. Su Mercedes sufrió un problema hidraúlico en la clasificación que podría haberle costado muy caro y no siempre podrá lograr remontadas épicas. En Silverstone, de hecho, fue Vettel el que lo amargó ganando delante del público británico.
Hamilton, sin embargo, parece llegar a la segunda parte del campeonato con un plus de confianza tras lo vivido en Alemania. Más que nunca, Vettel deberá sostener la fortaleza mental si quiere mantener vivo el sueño de su primer título con Ferrari.
Por Jens Marx (dpa)