Münster/Berlín, 10 jul (dpa) – Los 12 chicos y el entrenador de fútbol rescatados hoy de una cueva en Tailandia pasaron más de dos semanas atrapados. Sin saber si saldrían vivos. El psicólogo infantil alemán Georg Romer explica en entrevista con dpa lo que puede suponer la experiencia para los muchachos.
dpa: ¿Qué significa para un niño pasar tanto tiempo encerrado en una cueva?
Romer: No hay ninguna duda de que supone una experiencia extrema para estos chicos. Pasaron muchos días sin saber si saldrían vivos, lo que habrá afectado a sus condiciones psíquicas. La posibilidad de que queden traumas permanentes depende de cada persona.
dpa: ¿Qué factores son más determinantes en una situación así?
Romer: Todo influye. Es un lugar extraño. Está oscuro y hace frío. No hay nada para comer o beber. Todas las necesidades vitales están amenazadas. Y además está el miedo a morir, a no salir vivo.
dpa: ¿De qué depende que un muchacho quede más o menos afectado por una experiencia como esta?
Romer: El nivel de trauma está directamente relacionado con la forma en que se trabaje sobre ello. La constitución del sistema nervioso de cada niño influye. También es importante su nivel de confianza en el mundo, las circunstancias del rescate y lo rápido que puedan volver a la normalidad. Todo influye.
dpa: ¿Hay mucha diferencia en estos casos entre adolescentes y adultos?
Romer: Los adultos pueden estar más preparados, ya que posiblemente hayan pasado ya por alguna crisis en su vida. Pero por otro lado, los niños y jóvenes pueden tener aún una mayor confianza en el mundo, lo que les hace fuertes. Todo puede ir en una u otra dirección.
dpa: ¿Qué es especialmente importante justo después del rescate?
Romer: Es decisiva la primera ayuda que reciban, también psicoterapeútica. Hay que dejar claro a los niños que ya están en un lugar seguro y que se les va a proteger. Que tendrán una manta, comida y bebida y que se reunirán con sus familias lo antes posible. Que vuelvan a sus rutinas y tengan cuanto antes cerca a sus personas de referencia puede ser decisivo para que se recuperen rápidamente.
dpa: ¿Hacia dónde debe apuntar la primer ayuda psicológica?
Romer: Los niños tienen que ser tratados cuanto antes por personal cualificado, para conseguir que hablen y puedan ver qué es lo que ha pasado, cómo ha pasado y dónde están. Para que se pueda evaluar cómo abordar lo ocurrido.
GEORG ROMER: El profesor Georg Romer es psicólogo infantil y juvenil y director médico de la Clínica de Psiquiatría Infantil y Juvenil de la Clínica Universitaria de Münster. Además es catedrático de la Psiquiatría infantil y juvenil de la Universidad Westfälischen Wilhelm de Münster.
Por Arne Beckmann y Anja Sokolow (dpa)