El Gobierno de Asturias ha presentado hoy el Libro Blanco del Camino de Santiago, con el que el pretende revitalizar todos los itinerarios de la ruta jacobea a su paso por la comunidad. El texto incluye una decena de líneas de actuación y 80 medidas concretas con las que se pretende proteger, preservar, compartir y difundir este Patrimonio Mundial con la vista puesta en el próximo Año Santo Jacobeo de 2021. El Ejecutivo autonómico aprobará, antes de que finalice el año, un plan de inversiones para cada uno de los diez ejes de actuación definidos en el texto.
El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, ha presentado hoy este documento, junto con el viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez; la directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo; el vicario general, Jorge Juan Fernández Sangrador, y el presidente de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), Ignacio García Palacios.
El libro, el primero de estas características que elabora una comunidad autónoma, plantea unas líneas de actuación que inciden en la protección y gestión del Camino, su señalización y accesibilidad universal, su proyección internacional en las redes europeas del patrimonio y turismo cultural, su sostenibilidad, la potenciación de la red de albergues, y su papel como eje cultural y de innovación, entre otras acciones estratégicas.
El documento realiza un detallado análisis de la situación de una ruta que en Asturias atraviesa 36 concejos y cuenta con más de 518 kilómetros de vías reconocidas como Bien de Interés Cultural (BIC), que recorren los caminos Primitivo, Costero y de El Salvador, así como el enlace entre los dos primeros.
Las actuaciones llevadas a cabo en las últimas décadas, desde el Año Santo Jacobeo de 1993 hasta la declaración como Patrimonio Mundial en 2014, sirven de base para plantear las nuevas necesidades del Camino de Santiago, que debe adaptarse al uso de nuevas tecnologías aplicadas al patrimonio y al creciente interés que despierta el turismo cultural.
Las 80 medidas que se proponen en el Libro Blanco avanzan en ese sentido. Como punto de partida, se plantea la creación de una plataforma digital, con un visor geográfico que permita detectar puntos negros y ofrecer al peregrino información actualizada sobre el estado de la ruta. La extensión de las redes wifi y de telefonía en las zonas de paso, además del impulso al desarrollo de aplicaciones digitales y la presencia del Camino en redes sociales, son algunas de las acciones que inciden en la modernización tecnológica de la ruta jacobea.
La protección y señalización de los tramos cuenta con distintas medidas, como la elaboración de un plan especial supramunicipal de protección del Camino, el registro de las marcas identificativas y la aprobación de un manual de señalización coherente con la situación en el resto de comunidades autónomas. Como referencia y justificación de estas acciones, en Asturias existen actualmente 2.177 señales identificativas de la ruta con distintos diseños.
La necesidad de agilizar los trámites sobre actuaciones en el ámbito de protección, así como la elaboración de una guía de accesibilidad de las rutas jacobeas que favorezca el paso de personas con discapacidad, figuran también entre las medidas.
La marca Albergue de peregrinos
El documento plantea, además, la regulación de los alojamientos y la creación de la marca Albergue de peregrinos, de uso exclusivo en centros homologados. Actualmente, Asturias cuenta con 30 albergues, con un total de 745 plazas. El análisis de los datos de pernoctaciones revela un exponencial crecimiento en las dos últimas décadas. Por ejemplo, el Camino de la Costa ha pasado de 1.640 pernoctaciones en 2000 a 33.504 en 2015. Estas cifras avalan la necesidad de regular y mejorar este tipo de servicios.
La creación de un centro asturiano de documentación del Camino de Santiago, un programa anual de apertura de monumentos adaptado a los horarios de paso de los peregrinos, el refuerzo de la presencia de las rutas en los museos o su incorporación al currículo educativo oficial de Secundaria y Bachillerato se encuentran también entre las medidas que el Gobierno de Asturias prevé poner en marcha.
En cuanto a la proyección nacional e internacional, una de las acciones que se proponen es el desarrollo de un plan anual de promoción turística y acuerdos con instituciones como el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Instituto Cervantes y Acción Cultural Española.
Como datos relevantes, el documento detalla los más de 400 elementos identificados dentro del Camino de Santiago, que incluyen calzadas, puentes, cruceros, capillas, hospitales, torres, palacios, murallas, mercados, paneras, molinos, lavaderos, etcétera, con especial atención a los 61 elementos declarados BIC.
Una de las cuestiones que plantea el libro como columna vertebral es la colaboración entre todas las instituciones y entidades vinculadas a la gestión y uso del Camino: la Administración autonómica, la Federación Asturiana de Concejos, la Iglesia y las asociaciones de amigos.
Para la realización del volumen, aparte de las reuniones de coordinación, la Dirección General de Patrimonio Cultural ha mantenido más de cuarenta encuentros con distintos agentes implicados en la protección, conservación y difusión de las rutas jacobeas, tanto de la Administración del Principado, con la implicación de otras diez direcciones generales, como de los ayuntamientos, la Administración del Estado, la Universidad, la Iglesia, las asociaciones de amigos y otras entidades públicas y privadas. La presentación del Libro Blanco culmina una labor continuada que comenzó a principios de la década de los 90, cuando se inició el procedimiento para hacer efectiva la protección jurídica de las principales rutas jacobeas de Asturias.