Acapulco (México), 2 mar (dpa) – Tras un brillante 2017 y un comienzo de 2018 incierto, el alemán Alexander Zverev, una de las grandes promesas del tenis mundial, decidió apostar por su círculo más cercano para dar un nuevo salto en su carrera.
La turbulenta salida de su entrenador español Juan Carlos Ferrero, de quien Zverev no tuvo precisamente palabras de elogio esta semana en Acapulco, no derivó en el desembarco del legendario Boris Becker, tal como se especulaba. La carrera del número cinco del mundo seguirá siendo conducida por su padre Alexander Zverev.
Con 20 años, el tenista alemán ya cuenta en su palmarés con dos Masters 1000, el primero en Roma ante Novak Djokovic y luego en Montreal ante Roger Federer. Sumó cinco títulos en 2017, llegando al tercer lugar del ranking, aunque sus actuaciones en los grandes torneos del año fueron su cuenta pendiente.
En Australia, Zverev sufrió una caída no presupuestada ante el sorprendente surcoreano Hyeon Chung en tercera ronda. La derrota golpeó duro al alemán, que además decidió acabar con la colaboración de Ferrero tras siete meses de trabajo. Unos meses antes habían decidido extender su vínculo a lo largo del 2018, pero una discusión en Melbourne cambió los planes.
«No tuvimos dificultades, pero sí una pelea después de Australia, lo cual estuvo bien, eso nos concierne a nosotros dos», dijo Zverev en una rueda de prensa ofrecida en Acapulco, donde el tenista disputa el Abierto mexicano de tenis.
«Pero uno de las discusiones finales involucró a todo el equipo y hubo un momento en el que (Ferrero) fue muy irrespetuoso con todos y tuve que terminar esa relación», precisó.
«Ferrero es de otra escuela. Creció en España, donde el entrenador es como un dios. Cuando el entrenador dice ‘silencio’, entonces debes quedarte las siguientes dos horas callado. Con mi personalidad eso es algo difícil», dijo el alemán sin pelos en la lengua.
Ferrero, por su cuenta, había ofrecido su versión al sitio oficial de la ATP. «No nos hemos puesto de acuerdo en cómo afrontar ciertos aspectos fuera de pista para mejorar su profesionalidad», declaró. «Al final, hemos decidido llevar cada uno nuestro camino. Fue una buena experiencia», agregó el ex número uno del mundo.
«Mi equipo es definitivamente el mismo menos Juan Carlos, nada cambia salvo él», explicó Zverev. «Mi papá es el entrenador, mi hermano y mi madre siempre están cerca, en ese aspecto no hay cambios», dijo el alemán.
Zverev además explicó el rol que tendrá Becker, quien había anunciado que estaría «cerca» suyo en los próximos torneos.
«No voy a trabajar con Becker. Es un gran malentendido que todos piensan que voy a estar con él. Es la cabeza del tenis masculino alemán y por eso estará presente en algunos torneos», manifestó Zverev.
El triple ganador de Wimbledon, que en el pasado entrenó a Djokovic en una exitosa sociedad, le puede ofrecer de todas formas un consejo valioso para encarar lo que resta de la temporada.
«Estará conmigo en algunos Grand Slams y por supuesto estará en la Copa Davis. Siempre es bienvenido, puede venir cuando quiera a ver mis juegos, siempre será bien recibido, pero no será mi entrenador», completó.
La cabeza del equipo de Zverev volverá a ser su padre, Alexander Zverev, que también supo ser profesional del tenis, al igual que su hermano Mischa, 54 del mundo. Zverev, «un perfeccionista» según Ferrero, apunta a un objetivo que, por ahora, lo ha esquivado siempre: mostrarse competitivo en los Grand Slams.
El alemán cayó en tercera ronda de Australia durante dos años consecutivos, en segunda ronda en el último Abierto de Estados Unidos, en la primera fase de Roland Garros y en octavos de final de Wimbledon, su mejor resultado hasta ahora.
El austríaco Dominic Thiem, sexto del mundo y uno de sus amigos, declaró en una entrevista con dpa que «es un jugador increíble». «Estoy seguro de que va a ganar algún Grand Slam muy pronto y que va a repetir. Es uno de esos tipos que sabes que pronto serán número uno», señaló.
Sin embargo, Zverev es temperamental. Durante sus partidos en Acapulco se ha notado a veces impaciente y ansioso cuando no se le dan las cosas, incluso azotando su raqueta contra la cancha.
Federer, por ejemplo, le ha recomendado bajar las expectativas. «Todavía es muy joven. Necesita darse tiempo, tal vez situar el listón algo más bajo», dijo en enero.
«Le diría que intente ponerse como objetivo los cuartos de final o las semifinales, no pensar directamente en venir a Australia o al Abierto de Estados Unidos con la mentalidad de venir a ganarlos», añadió.
Camino a los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, Zverev jugará este viernes las semifinales del Abierto mexicano de tenis que se disputa en Acapulco, de categoría ATP 500, ante el argentino Juan Martín del Potro. Después, Roland Garros estará a la vuelta de la esquina.
Por Manuel González Vargas (dpa)